Mi respuesta está en sintonía con la letra de la canción de “Jarabe de palo”, “Depende, todo depende, de según como se mire todo depende”….
Soy lo que como.
Soy lo que pienso.
Soy lo que me digo.
Soy lo que hago.
Soy lo que aprendo.
Soy lo que ven los demás.
Soy lo que creo.
Soy mi madre, mi padre y todos mis ancestros.
Soy el fósil viviente de aquellos primigenios organismos evolucionada y adaptada a mi entorno.
Soy hija, madre, pareja, compañera y amiga.
Soy un super organismo, un holobionte, la asociación de células humanas y microorganismos en paz y buena armonía….aunque no siempre.
Soy polvo de estrellas.
Quizás algunas de mis particularidades es que me suelen gustar los cambios, particularmente los buenos, como a todos. Esos cambios que me hacen evolucionar, que reconfiguran mi cerebro y me conducen hacia nuevos horizontes y me colocan en lugares menos conocidos o en los mismos desde otros ángulos.
Como dijo el filósofo renacentista italiano Giordano Bruno allá por el siglo XVI:
«No hay límites para el conocimiento, siempre hay algo nuevo por descubrir.»
En definitiva, soy una persona en la que habita una insaciable curiosidad por el “saber” en general y en particular por conocer en el funcionamiento de la vida. Razón por la que estudié y me licencié en bilogía. Más tarde, mi admiración por el reino vegetal y su conexión con la salud humana me impulsó a profundizar en una de mis pasiones, el mundo de la alimentación y nutrición humana. Afortunadamente me dedico a esto último, ayudo a las personas a través de una potente herramienta, la educación nutricional, a optimizar o aumentar su grado de bienestar. Considero que somos co-creadores de nuestra propia salud, pero para ello debemos salir de la ignorancia, debemos despertar al ambiente obesogénico que nos está haciendo enfermar y que inexorablemente nos conduce a un estado de malestar físico, mental y emocional.
Arima amablemente me ha brindado la oportunidad de conectar con un sector de la población que sienten que tienen que pasar a la acción, hacer las cosas de forma diferentes, desde otro paradigma e involucrarse en la gestión de su salud. Para mí, Arima es una suerte de ecosistema en desarrollo donde confluyen distintos seres o disciplinas, con enfoques alternativos y a la vez complementarios de los cuales emergen conocimientos empoderadores. Un lugar cálido que me proporciona la confianza, el respeto y la libertad suficientes para compartir mi trabajo, y llegar a todo aquel que quiera salir del bucle de la queja, la excusa y de la dependencia institucional para aprender a responsabilizarse de su salud con la puesta en práctica conductas y hábitos salutogénicos.
A veces hay que desandar el camino y volver a armar una senda nueva, desaprender, sacar lo inútil e introducir lo nuevo.
Desde mi mapa… y mi mapa no es el territorio.
Diaita
Díaita es la materialización un propósito de vida. El propósito de una mujer apasionada por el funcionamiento de la vida, que entiende que para ayudar a las personas a disfrutar de todo su potencial de salud, es trascendental un paradigma vital en coherencia con la propia naturaleza humana y planetaria.
Díaita persigue ser un lugar de reaprendizaje y cocreación de un estilo de vida más saludable, de escucha y atención plena a la persona, de respeto y tolerancia a la diversidad de necesidades y sentires con el fin de alcanzar una mejora integral.
Es un entorno de indagación, búsqueda y autoconocimiento pensado para cuidar, cultivar o recuperar el bienestar de la persona en su totalidad abordando y entendiendo al organismo como una unidad, en el que el conjunto es mucho más que la suma de sus partes, y en el que cualquier cambio tiene un impacto sobre el cuerpo y la mente.
