Todos tenemos una historia. Esta es la mía.

Yo soñaba tener un jardín y ser una alquimista con las plantas de mi huerto. Quería preparar macerados, productos ecológicos y promover el uso de las plantas que nos ofrece la tierra para sanar.
Un día me di cuenta que también se podía hacer eso con las personas: Alquimia.
Soñé con dedicarme a algo enriquecedor para el alma. Algo que permitiera que mi ocupación diaria junto con la retribución económica para sustentarme en el mundo material, fuera al mismo tiempo tres cosas:

1. Plenamente disfrutable.
2. Con libertad de acción y movimiento: manejar mis días, vacaciones y horarios a mi antojo, ¡pues tengo muchas otras cosas interesantes que hacer!
3. Hacer bien a otros: quería contribuir en el despertar de una persona hacia su ser interior, hacia su infinito potencial y la enorme belleza que todos tenemos dentro.

Descubrí en la Astrología una herramienta que me permitió entender exactamente por qué yo era como era. Además, quería ayudar a las personas a superar limitaciones que están en su mente y por eso estudié Coaching y Mindfulness. También amo escribir.

Y así fue como nació Jardín Alquimia, con el afán de oficiar de tierra fértil para que broten hojas, flores y frutos; de ser el jardín donde esa transformación alquímica personal pueda darse con amor; con la intención de facilitar procesos internos, observando la hermosa particularidad que nos vuelve singulares, uniendo mi pasión: la comunicación y la escritura, con mis hobbies: la Astrología, el Coaching y el Mindfulness.

Cumplo así con lo que me pide mi alma desde que soy niña: ser un canal a través del cual el mundo pueda verse a sí mismo y amarse.

Esto es Jardín Alquimia: la casa de una servidora de la humanidad, fertilidad para que la transformación, la observación, el autoconocimiento y el amor propio puedan suceder.